En las siguientes lecciones, hemos intentado explicar la correcta apropiación del hombre de los suministros espiritualmente proporcionados por Dios. Cuando comprendemos y ajustamos nuestra mente al reino donde existen estas ricas ideas y sus formas de pensamiento, atraemos y experimentamos en nuestros asuntos lo que se llama “Prosperidad”. Lo que debemos comprender por encima de todo, es que Dios ha provisto para las necesidades más mínimas de nuestra vida diaria y que si carecemos de algo, es porque no hemos usado nuestra mente para hacer el contacto correcto con la supermente y el rayo cósmico que fluye automáticamente de ella.